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Mito: El Poliuretano no es tan peligroso como piensas

Empezamos una nueva serie de artículos en el blog de Barcelonesa titulada Mitos de la química.

Con carácter periódico iremos publicando contenidos en los que trataremos de derribar algunos de los mitos relacionados con la química que más consolidados están.

Lo hacemos porque consideramos que la actividad del sector químico es imprescindible para garantizar el desarrollo y el bienestar de la sociedad en su conjunto.

Pero la opinión pública es muy manipulable en algunos temas complejos —sobre todo cuando son de carácter técnico o científico— y mucha gente se deja llevar por creencias y falsos mitos sin ninguna base real.

Por esa razón, en este blog hemos decidido plantarle cara a las fake news relacionadas con nuestro sector.

Y vamos a empezar explicando uno de los mitos más extendidos en nuestra época: el de la supuesta peligrosidad del poliuretano en caso de incendio.

Todo el mundo desea vivir en una casa más confortable, que esté bien construida, en la que no se escuchen los ruidos de la calle o los que proceden del resto de los vecinos.

El confort también se obtiene gracias a otro concepto imprescindible: que la vivienda se mantenga caliente cuando bajan mucho las temperaturas o fresca cuando suben (pues a nadie le gusta pagar una fortuna en calefacción ni en aire acondicionado).

Utilizando un buen material aislante en las paredes se pueden minimizar considerablemente las pérdidas térmicas, con lo que se ahorra bastante en el suministro energético. Y en este cometido, el poliuretano no tiene rival.

Sin embargo, aquí es donde entra en juego el mito de hoy: mucha gente afirma que el poliuretano que se utiliza para aislar una casa es peligroso porque es inflamable. Y eso hace que, en caso de incendio, se pueda propagar el fuego con mucha rapidez y puede convertir un edificio en una tea ardiente en pocos minutos.

Pues en este post te vamos a mostrar que esto no es así.

El coloso en llamas

Seguro que alguna vez has visto la película El coloso en llamas.

La trama de este filme se desarrolla en un rascacielos recién construido que empieza a arder accidentalmente. Pero termina convirtiéndose en una verdadera catástrofe porque el edificio está lleno de gente y los bomberos no consiguen atajar el fuego.

Desgraciadamente, las imágenes de esta película se han hecho realidad en demasiadas ocasiones.

Sin ir más lejos, en junio de 2017 fallecieron en Londres 72 personas cuando la Torre Grenfell —de 24 pisos de altura— sufrió un pavoroso incendio causado por la explosión de un electrodoméstico.

En pocos minutos las llamas se apoderaron de una gran parte del edificio, que terminó ardiendo por los cuatro costados.

La desgracia conmocionó a la opinión pública, en gran parte debido a las especulaciones vertidas por la prensa más sensacionalista, que culpaba al poliuretano de haber sido el causante de que el incendio se propagase por la fachada a gran velocidad.

Actualmente se siguen sin conocer las causas exactas que provocaron que aquel edificio ardiese tan rápidamente.

Pese a la falta de información oficial, muchas personas siguen opinando sin fundamento que el poliuretano fue la causa de que aquel incendio se expandiese con tanta celeridad.

¿El poliuretano puede propagar rápidamente un incendio?

Si haces caso de la fantasía popular, es posible que pienses que el poliuretano es un material peligroso, incluso mortal.

La duda que le surge a mucha gente es: ¿el poliuretano puede estar detrás de la rápida propagación de incendios como el de la Torre Grenfell?

Como vas a ver a continuación, esto no es así.

Normativa europea de resistencia al fuego

Para que te quedes tranquilo debes saber que el poliuretano que se utiliza en construcción cumple con todas las normativas sobre propagación de incendios.

Además, hay que tener en cuenta que el poliuretano no queda a la vista ni siquiera cuando se proyecta sobre la pared o en las fachadas de un edificio, sino que siempre va encapsulado en el interior de un elemento constructivo más resistente, que cuenta con capas externas protectoras frente a los incendios.

Esto implica que la resistencia al fuego viene marcada, entre otros, por los materiales empleados en las capas de recubrimiento exterior que van superpuestas por encima del poliuretano.

Por otro lado, el poliuretano incorpora en su fabricación retardantes de llama que permiten mejorar su resistencia al fuego y que pueden darnos esos segundos preciosos que nos permitirían escapar en los inicios de un incendio. Asimismo, la presencia de una mayor cantidad de isocianato en la fórmula (PIR), mejora sustancialmente la clasificación al fuego.

De ese modo, el poliuretano será más o menos resistente al fuego, en función de su fórmula y de cómo se comporten los materiales usados para fabricar las capas externas que lo recubren (que cumplen con distintas euroclases de reacción y resistencia al fuego.

Elementos constructivos que influyen en la propagación de un incendio

Aunque ha quedado claro que el poliuretano es seguro, a la hora de construir un edificio hay que considerar varias cuestiones relacionadas con la rápida expansión de los incendios:

  • Los edificios se deben construir para impedir los incendios: esto quiere decir que conviene sectorizar entre plantas las fachadas de tipo muro cortina, así como colocar rociadores de agua en todas las plantas y construir varias vías distintas de evacuación. Haciéndolo así, se evitará en la medida de lo posible la aparición del fuego y de que éste no se extienda tan rápidamente cuando se produzca.
  • Los materiales constructivos aislantes deben proteger el núcleo aislante que va en su interior: los paneles de aislamiento deben fabricarse en su parte externa con materiales resistentes al fuego que impidan o retrasen al máximo la llegada del fuego al poliuretano que se encuentra en el núcleo. Por eso se usan chapas de metal, tabiques de ladrillo, hormigón, mortero o yeso, que impedirán que el fuego alcance el poliuretano.
  • Cuanto más resistente sea la capa exterior, menos riesgo hay de que se queme el poliuretano: el material exterior determinará la capacidad de resistencia al fuego (por tiempo y por temperatura). Si la protección externa sucumbe, la llama alcanzará al poliuretano; en ese caso el poliuretano se autoextingue al entrar en combustión: al contrario que otros materiales como el poliestireno, el poliuretano ni gotea ni se funde cuando entra en combustión y por tanto, no contribuye a la expansión de un fuego. Cuando la llama traspasa el material externo protector de un panel aislante, el poliuretano comenzará a arder en su superficie. Pero enseguida se carbonizará. Y esa reacción servirá de protección al núcleo para que el incendio no se siga propagando (al menos durante un tiempo o en condiciones determinadas de temperatura).

Con esto queda suficientemente aclarado el mito de que el poliuretano es peligroso, ya que nunca puede funcionar como origen de un incendio ni como propagador del mismo.

De todos modos, si quieres saber algo más sobre cómo fabricamos el poliuretano en Barcelonesa, puedes contactar con nuestro departamento especializado haciendo click en el botón inferior de ‘más información’.

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